lunes, 13 de diciembre de 2010

LA INCONTINENCIA

La Incontinencia Urinaria no es parte del proceso de envejecimiento normal es una pérdida del control de la orina dada por una combinación de patología genitourinaria, condiciones mórbidas, dificultades para acceder adecuadamente al baño y los cambios relacionados al envejecimiento.

La Incontinencia Urinaria afecta hasta a una tercera parte de la población mayor de 60 años de edad y que vive en la comunidad y de éstos hasta más de la cuarta parte tiene episodios frecuentes de Incontinencia. Dado que la misma afecta la funcionalidad del individuo, sirve como predictor de declinación en la vejez. Además de los problemas físicos para el paciente produce cambios psicosociales relevantes tanto para el mismo sujeto como para todos los que están a su alrededor. Minimizando la importancia que se le debiera de dar, casi nunca es reportada por el paciente a su médico de primer contacto y tampoco es intencionadamente buscada por el mismo y más si el paciente es de edad avanzada.

Las razones incluyen desde la pena hasta el creer que la Incontinencia Urinaria es un fenómeno más del proceso de envejecimiento o el desconocimiento de que hay medidas para evaluar y tratarla.Dentro de los factores de riesgo relevantes están el crecimiento prostático, la uretritis atrófica, la insuficiencia cardiaca, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la tos crónica, la demencia, la depresión, la enfermedad vascular cerebral, la enfermedad de Parkinson, el estreñimiento, la incontinencia fecal, la sobre actividad del músculo detrusor, la disminución de la capacidad de vaciamiento de la vejiga, la obesidad, la disminución de las actividades de la vida diaria y algunos medicamentos como los diuréticos o psicotrópicos.

Existe el consenso de que un examen físico y exámenes de laboratorio dirigidos para esta patología pueden identificar la causa de la Incontinencia.Los estudios hechos en asilos muestran que los programas de asistencia para ir al baño pueden disminuir este problema hasta en un 20 al 60 %  en las instituciones de larga estancia.Para los pacientes ambulatorios con función cognitiva conservada la Incontinencia de urgencia,  de tensión o mixta puede ser controlada mediante un entrenamiento de la vejiga y de ejercicios para la musculatura del piso pélvico, además de que se pudiera utilizar complementariamente la estimulación eléctrica o la retroalimentación.

Los pacientes que tienen una Incontinencia de urgencia e inestabilidad del detrusor (un músculo de la vejiga) pueden ser tratados satisfactoriamente con oxibutina o tolterodina, aunque hay que remarcar los efectos anticolinérgicos secundarios de los mismos (ejemplos: resequedad de la boca, estreñimiento, visión borrosa, aumento de la presión intraocular) y deben, por lo tanto ser usados por médicos con experiencia en el manejo de éstos fármacos.El tratamiento apropiado de la Incontinencia Urinaria es usualmente satisfactorio para reducir o eliminar los síntomas descritos anteriormente y puede ayudar a mantener la capacidad del paciente para vivir independientemente.

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