sábado, 2 de octubre de 2010

EL ALZHEIMER


El Alzheimer (al-SAI-mer) es una enfermedad cerebral que causa problemas con la memoria, la forma de pensar y el carácter o la manera de comportarse. Esta enfermedad no es una forma normal del envejecimiento.

El Alzheimer es la forma más común de la demencia. Demencia es un término general para describir la pérdida de memoria y de otras habilidades intelectuales y es tan severa que interfiere con la vida cotidiana del individuo. El Alzheimer representa del 60 al 80 por ciento de los casos de la demencia.

Cada 70 segundos, alguien en los Estados Unidos será diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer. Hoy en día, se estima que 5,3 millones de personas en los Estados Unidos tienen la enfermedad de Alzheimer. En el año 2050, el número de personas en los Estados Unidos con la enfermedad puede alcanzar a los 11-16 millones.
Debido a que un 70 por ciento de aquellas personas que padecen del Alzheimer viven en sus hogares, el impacto de esta enfermedad se extiende a millones de familiares, amigos y cuidadores.

El Alzheimer empeora al pasar el tiempo y es fatal. Aunque existen muchos síntomas, la mayoría de las personas experimentan pérdida de memoria severa que afecta las actividades diarias y la habilidad de gozar pasatiempos que la persona disfrutaba anteriormente. Otros síntomas son confusión, desorientación en lugares conocidos, colocación de objetos fuera de lugar, y problemas con el habla y/o la escritura.

La enfermedad de Alzheimer es una crisis que amenaza a la comunidad latina in los Estados Unidos pero que aún no es reconocida debidamente. Se estima que durante la primera mitad del siglo 21, el número de ancianos hispanos que padecen de Alzheimer y demencias relacionadas puede incrementarse hasta seis veces, de menos de 200 mil actualmente hasta 1,3 millones para el 2050.

Una creciente evidencia indica que factores de riesgo en enfermedades vasculares como diabetes, obesidad y presión alta y colesterol alta, también pueden ser factores de riesgo para Alzheimer y la demencia. Específicimente, los científicos están encontrando nuevas evidencias que podrían relacionar la diabetes tipo 2 con la enfermedad de Alzheimer. Los latinos presentan altos porcentajes de cada uno de estos factores de riesgo.

EL VINO TINTO Y LOS RIÑONES

El vino tinto tiene una mayor cantidad de polifenoles que el blanco

Investigadores chilenos demostraron que el efecto antioxidante de los polifenoles no sólo previene males cardiovasculares. El vino tinto también protegería los riñones
Que una copita de vino al día es buena para prevenir enfermedades cardiovasculares o cerebro vasculares nadie lo discute. Por eso la mirada de los investigadores va enfocándose ahora en otros órganos, por ejemplo, los riñones.

Si bien se sabe que los radicales libres y el estrés oxidativo que éstos generan juegan cierto papel en el mecanismo de las enfermedades renales, hasta la fecha no había estudios científicos a nivel mundial que consideraran que el riñón también podía ser protegido por la acción de los antioxidantes. Pero un equipo de la Facultad de Medicina y del Hospital Clínico de la Universidad de Chile dio ese primer paso, publicando sus hallazgos en las revistas científicas Nephrology Dialysis Transplantation y Free Radical Biology and Medicine.
Para probar la hipótesis, los investigadores -encabezados por el doctor Ramón Rodrigo, jefe del Laboratorio de Fisiopatología Renal de esa casa de estudios- experimentaron con ratas. A un grupo se le suministró polifenoles presentes en el vino tinto; el grupo control, en tanto, sólo bebió agua.

Después de 60 días, los investigadores sometieron a las ratas a un daño deliberado en el riñón, inoculándoles una inyección intramuscular de glicerol. Esto produjo un cuadro tóxico para el riñón, como es la rabdomiolisis, liberación de los contenidos de fibras musculares en la sangre. "Este tipo de daño se asemeja al que puede ocurrir, por ejemplo, cuando una persona sufre politraumatismo o aplastamiento por derrumbe, ocasionando daño muscular", agrega el doctor Rodrigo.

Los resultados fueron categóricos: las ratas del grupo control sufrieron una severa insuficiencia renal aguda a las 6 horas de la inyección de glicerol, el grupo tratado con vino tinto resultó protegido de este trastorno.
"La insuficiencia renal crónica es otro mecanismo. Pero como se sabe que el estrés oxidativo está interviniendo en algún eslabón de esa cadena de daño, creemos que los polifenoles del vino -aunque no lo hemos comprobado experimentalmente-, también podrían proteger de esta patología".

Con estos antecedentes, el equipo del doctor Rodrigo -compuesto también por cardiólogos y nefrólogos- apoyan la sugerencia de que las personas consuman antioxidantes como una manera de prevenir enfermedades en cuyo mecanismo participe el estrés oxidativo. De hecho, también están estudiando sus efectos en la hipertensión arterial esencial (sin causa conocida), la preeclampsia e hígado graso no alcohólico.

Claro que la recomendación es muy precisa: "Si se trata de vino, beber de una a dos copas de vino tinto al día. Más que eso no sólo hace que se pierda el efecto, sino que puede ocasionar más daño que beneficio". El estrés oxidativo ocurre en los organismos que por mala nutrición, enfermedad u otras causas, pierden el equilibrio entre radicales libres y antioxidantes.

CÓMO ENFRENTAR LOS MIEDOS DE LA VEJEZ

La soledad, las enfermedades y la disminución de los ingresos son algunos fantasmas que suelen rondar a la gente pasados los 50 años.
Envejecer con éxito exige tres pasos, según el reconocido psicogeriatra de la Universidad de Harvard, George Vaillant:
·         Asumir que es necesario cambiar lo que se puede cambiar
·         Mantener la serenidad frente a lo que no se puede modificar
·         Tener la sabiduría para notar la diferencia.
Sin embargo, la imagen negativa que esta sociedad pro-juventud tiene de la vejez, sumado a los problemas con los que a menudo deben lidiar los mayores, hace que a veces se vuelva difícil seguir esa recomendación.

Enfermedad
La gente suele decir que le gustaría llegar a viejo en "buena forma", pero ¿cuánto se hace para favorecer ese bienestar? La actitud correcta, dicen los psicólogos, es tener responsabilidad por la vida, respetar los controles médicos y prevenir los factores de riesgo de enfermedades crónicas que pueden boicotear el anhelo de una adultez mayor plena. "Es difícil no tener "achaques", pero no por eso debo restringir mi mundo. Puedo cuidar mi dieta y ser creativa para comer".

Abandono
"Uno no llega a la vejez y abruptamente se queda solo", dicen los profesionales. "Si he cultivado las amistades y las buenas relaciones con la familia (hijos y hermanos), hay mucha menos probabilidad de terminar solo y de que la familia eventualmente se encargue de uno por real afecto y no por culpa". Por eso aportes de la tercera edad es esencial empeñarse en mejorar los lazos. Resolver situaciones pendientes y pedir perdón si es necesario. La cualidad esencial a desarrollar es la generosidad y solidaridad, absteniéndose de la constante crítica y el enjuiciamiento.


Pobreza
Ver reducidos los ingresos y no poder mantener el estándar de vida deprime a muchos. Más allá de la queja por el sistema previsional, es un hecho que hay que enfrentar con planificación, tal como se hizo para la educación de los hijos. Además de guardar con tiempo algunos ahorros, la sugerencia general es tener flexibilidad. Por ejemplo, empezar a desarrollar con antelación intereses y hábitos de entretención o de consumo que no sean tan costosos. Asimismo, estar informados y ser "busquillas", porque descuentos hay.


Cambio físico
Sufrir por un cuerpo más envejecido tiene que ver con cuánto la apariencia ha sido fuente de valoración y autoestima para uno, dicen los psicólogos. Una de las tareas de la vejez y de madurar como ser humano es trascender al cuerpo, trabajar la espiritualidad e ir desapegándose de valores transitorios como la belleza o el status socioeconómico. "Además, estas cosas pueden desaparecer en cualquier minuto, no necesariamente con la tercera edad". Por no arrugarse, algunas personas hasta dejan de sonreír, cuando un adulto mayor jovial y lleno de nuevos intereses luce igual de atractivo. Por eso hay que animarse a descubrir la belleza de quien ha estado satisfecha con su vida.